miércoles, 14 de marzo de 2012

Córdoba y la sierra

El viaje al norte… ¡qué viaje! Cuántas cosas nuevas, distintas a todo lo que conocemos…
Nuestro recorrido arrancó en Buenos Aires, desde donde agarramos un tren que, después de quince aburridas horas, nos dejaba en Córdoba. Atravesamos 700km de pampa y lluvia, eterna extensión plana y verde que nos recordaba por qué Argentina puede alimentar a taaaaantas vacas. Cansado pero impresionante.

Lo primero que sentimos al llegar a Córdoba fue decepción. Una ciudad con poco encanto, o tal vez sea que éste está demasiado concentrado en dos calles estupendas pero con un alrededor algo dejado. Es una ciudad juvenil, con una universidad grande y mucha onda cultural, pero visitándola por un día no se puede profundizar demasiado…



 

Y como nos moríamos de ganas de dejar atrás las ciudades y de vivir el campo, no tardamos mucho en planear la huida. Primero pasamos por Alta Gracia, un pueblo hermoso, verde, tranquilo, donde además vivió el Che en su infancia y juventud. 






Aunque nos escandalizó el precio de la entrada al museo de su casa (¡¡70 pesos la entrada para estudiantes!! Si el Che levantara la cabeza...), no pudimos resistirnos. Muy emotiva la visita, por cierto.




Conocer Alta Gracia también nos sirvió para comprender que si Córdoba tiene algo verdaderamente bonito, hay que ir a buscarlo a la sierra.
 







No hay comentarios:

Publicar un comentario